Atlético Nacional está de fiesta. Sus hinchas aún no paran de festejar su décimo título. Su décima razón por la que argumentar el equipo más grande del fútbol colombiano. Sus jugadores no han parado de sonreir ante un año 2007 fascinante. Dos campeonatos, dos títulos. Todo un dato de lo que han sido los ‘verdes’ en este lapso donde, sin duda, han sido el mejor equipo del fútbol colombiano.
Las claves de la décima estrella de Nacional no solamente pasan por sus muy buenos números. Disputó 25 compromisos en este torneo Finalización (antes del juego de vuelta en Medellín por el título), ganó 15 veces, empató en siete ocasiones, perdió solo tres partidos, anotó 39 goles y recibió 17.Los jugadores de Nacional volvieron a ratificar que con experiencia, jerarquía, buenas condiciones técnicas y físicas se pueden lograr campeonatos además, claro, de tener un muy buen cuerpo técnico.
Números que sustentan el campeonato. Porque las razones pasaron por el equilibrio que logró plasmar el técnico Quintabani en cada uno de los sectores del campo. A saber: El muy buen campeonato del arquero David Ospina quien ratificó que es el titular y que pese a su corta edad, 19 años. La zona defensiva presentó a un jugador como Humberto Mendoza que con su fuerte personalidad y sus características importantes para pegarle al balón y marcar rivales supo detener ataques de los adversarios. Él siempre apoyado en Camilo Zúñiga, Iván Hurtado y Estiven Vélez quien sirvieron para defender los resultados obtenidos en cada cancha que se presentaron. En la mitad del campo tuvieron dos hombres claves a nuestro entender. José Amaya quien sirvió para darle equilibrio, quite y buena entrega de balón a sus compañeros. Fue quien impuso su marca y buen juego además de su sello que ahora impone en la Selección Colombia. A su lado, Aldo Leao Ramírez, el futbolista que con su talento supo vulnerar defensas y mediocampistas rivales. Sus capacidades se observan ante cada acción ofensiva y cada gol que supo convertir como aquélla tarde de gloria y goleada ante Independiente Medellín. En la zona delantera, Nacional contó con tres hombres de gran rendimiento. Uno que es el emblema del club en la última década, Víctor Hugo Aristizábal quien lamentablemente se lesionó en el arranque de los Cuadrangulares Semifinales en el partido contra Once Caldas y en el que sus compañeros ante cada declaración suelen dedicarle todos los triunfos. Sergio Galván Rey con sus anotaciones y ese récord que está festejando, los 200 goles en el fútbol colombiano, supo ganarse el amor y aprecio de una hinchada exigente. El argentino nacionalizado en Colombia ama el país y a fuerza de goles ha pedido un lugar en la selección nacional para seguir haciendo historia. Otro de los delanteros que marcó un lugar es Carmelo Enrique Valencia quien con 23 años y su potencia goleadora es uno de los nuevos ídolos en este equipo campeón que será recordado por muchos años. Su regularidad se fundamenta en el equilibrio. Al principio de la campaña, los paisas agonizaban por sus errores defensivos, pero ante la respuesta de los volantes retrasados, quienes no volvieron a dejar sin custodia a los defensas, el equipo se sintió tranquilo en fase de protección y explotó sus mejores condiciones en el proceso ofensivo. Más de la mitad de Medellín está de fiesta. Sus hinchas no han parado de dar la vuelta olímpica y piden alcanzar al América y a Millonarios en los títulos del fútbol nacional para así sustentar eso que cantan en las tribunas ‘Ser el más grande de Colombia’. Salud señores que disfruten el título y que festejen en paz. |
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